Julieta Cantos
San Cristóbal arriba a sus 464 años inmersa en una serie de actividades culturales con la intención de celebrar sus orígenes. Orígenes anclados en la música, la gastronomía y la literatura.
El pasado sábado 22 de marzo, se convocó a un encuentro en la plaza Los Mangos en honor al cantautor Alí Primera, enmarcado en la celebración de nuestra ciudad. Fue sabroso escuchar y bailar al ritmo de la música de dos de sus hijos: Alí Alejandro y Sandino, así como de otros grupos musicales y de nuestro particular trovador tachirense, Rafael Armas. El reencuentro con vecinos y amigos, seguidores no solo de Alí sino de la melodiosa armonía per se, fue posible gracias al mantenimiento permanente de la plaza que convoca al que vive en el sector, al transeúnte, y al que se desplaza para su disfrute teniendo garantizada la seguridad y limpieza… Y en este caso una oda al inicio del aniversario de San Cristóbal.
El domingo nos enteramos de que el Táchira estaba de fiesta por la designación IGP (Indicación Geográfica Protegida), “que acredita a nuestro pan como un producto único en el mundo por su proceso, calidad e historia”; y que esto fue posible gracias a la tradición del pueblo tachirense y al esfuerzo y trabajo de los panaderos de nuestro estado.
Marzo nos siguió sorprendiendo en este celebrar de San Cristóbal, al realizarse el viernes 28 y el sábado 29 el I Encuentro Binacional de Poesía (2ª época) “Ciudad de San Cristóbal” Colombia–Venezuela, en donde hubo encuentro de poetas y presentación de libros; para cerrar el domingo 30 con un Homenaje a la Ciudad de San Cristóbal y sus músicos, en el marco del 50 aniversario de El Sistema, con la presentación de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional Luis Gilberto Mendoza, en el Teatro del mismo nombre, en la Unidad Vecinal, que una vez más con su magnífica interpretación nos hizo remontar la sala y levantar el vuelo, en este caso con el homenaje dado, en su presencia, al Maestro y compositor tachirense Tibulo Zambrano. Eso somos.
Es importante revisar los orígenes… Porque sin orígenes no hay presente posible. La música siempre ha estado en nuestras venas arrullándonos en este valle rodeado de montañas volviéndonos introspectivos conscientes. La gastronomía nos distingue de otras regiones y nos ayudó a superar pandemias y otras dolencias, por nuestro manejo de hierbas, infusiones y cocción de nuestra aguamiel. La palabra escrita nos ayudó a sobreponernos en el amor, la guerra y la independencia económica, social y militar.
Ratificado… orígenes anclados en la música, la gastronomía y la literatura. Si así continúa el año como este primer trimestre… que no termine, porque además esa tradición de trabajo, coraje, emprendimiento, constancia y excelencia de nuestra gente a pesar de contratiempos, críticas, y ventisqueros… se enarbola vislumbrando paz y esperanza. No me tachen de optimista…porque lo que soy es realista.
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