Opinión

Repelencias 318

3 de octubre de 2020

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Carlos Orozco Carrero


Si yo fuera presidente haría una alocución urgente, transmitida en cadena nacional para que llegue a todos los rincones del país.  Una carpetica humilde y sentado con una escenografía preciosa, donde Venezuela sea la imagen preponderante al fondo del set televisivo. –Buenas noches, amigos venezolanos. –Hoy he decretado que los sueldos de los empleados del país entero se mantengan en las mismas cifras que conocemos todos. Lo importante de este decreto histórico es que cambiamos el valor de estos sueldos a dólares con algunos cambios en la conversión monetaria. Por ejemplo, si un maestro de escuela gana dos millones de bolívares mensuales, desde hoy ganará dos mil dólares mensuales y así en todas las escalas del país. –¡Cúmplase! -Buenas noches. –Carreto se enlocó, dice Cosme.

Con el campeonato de este año en Las Grandes Ligas, hemos quedado algo enteleridos en el seguimiento de los pocos juegos programados por la MLB. Sin embargo, los aficionados a la pelota caliente estamos pendientes de la actuación de nuestros jugadores en la débil zafra de esta temporada. Muchos muchachos venezolanos han subido a la gran carpa a demostrar sus capacidades en el mejor béisbol del mundo. Y eso que no han llamado al rey del piconazo a los Orioles de Baltimore. Le ofrecieron contrato de ligas menoresantes de la llegada del virus chino, cuando lo vieron cubriendo la primera base del equipo Chamos en el club Latino.  Sufre uno, caballeros.

El flaco Elpidio asegura que el remedio efectivo para combatir el virus chino es el bebedizo de culebra de vidrio. –Déjate de esas bobadas, Elpidio, que esta pandemia no es cualquier gripe mal curada, replica Pulqueria.  Mi tía es una mujer muy centrada en sus comentarios sobre la salud de todos.  -No, este experimento de los asiáticos les salió mal y ya la humanidad está pagando tremenda irresponsabilidad científica, insiste la vieja. -Lo que estoy diciendo es por la experiencia de haber visto lo bueno que es este caldo de culebra de vidrio. -Sirve para fracturas, mal de ojo, bobera, uñeros, descuajos, dolor de muela, sangrado de nariz y hasta la falta de plata se resuelve con este brebaje milagroso, Pulqueria.  -Eso sí, viejita. Hay que encontrar la verdadera culebra de vidrio para que sea efectiva. A veces se confunde uno y nada resuelve, advierte Elpidio. Y, cómo sabe uno cuál es la auténtica culebra de vidrio para hacer esas tomas tan buenas, pregunta Melquiades. –Bueno, usted agarra una serpiente casi trasparente. De esas hay muchas, explica el flaco. -Le agarra la cabeza con mucho cuidado. Recuerde que así como es beneficiosa, también es muy venenosa. Bien prensada, tío. -Le clava un cuchillo en la pata de la cabeza y lo baja completico hasta la cola, partiendo la culebra en dos. -Aquí es donde viene lo bueno, continúa Elpidio. Claro, la gente se amontonó para escuchar la indicación naturista. –La culebra sigue viva, retorciéndose y con ganas de morder al que se descuide. –Pongan cuidado, señores. Si la bicha se une en las dos partes del cuerpo y sale arrastrándose, esa es la genuina y hay que agarrarla y matarla por la cabeza para hacer el remedio. Si se queda quieta en el sitio, hay que dejarla ahí hasta que algún zamuro venga y se la coma con chochecos.

 

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