Hay módulos clausurados por las pésimas condiciones de la estructura. La madera de los techos está podrida y requiere ser cambiada
Bleima Márquez
Múltiples filtraciones, paredes con moho, pisos enlagunados y módulos inhabilitados es el resultado del deterioro del techo de varios módulos de la escuela estadal Juana Ramírez, en la aldea 5 de Julio, sector Palo Gordo, en Capacho Viejo, antes llamado Libertad. Aseguran los denunciantes que los espacios referidos no son aptos para impartir clases, pues representan un riesgo para la salud e integridad de los niños y docentes.
Padres y representantes de los escolares formados en esa institución de educación básica expresan preocupación por las malas condiciones de varias estructuras. Piden al Gobierno regional recuperar esos espacios destinados a la educación de los niños de esa jurisdicción.
Aunque las clases no se han paralizado, las paupérrimas condiciones de algunos módulos obligaron a las autoridades del centro educativo a inhabilitar estas aulas, porque hay mucha humedad y puede convertirse en foco de enfermedades de diversos tipos, especialmente infecciones respiratorias.
Según relatan los integrantes de la comunidad educativa, todas las áreas presentan deterioro; sin embargo, hay cuatro módulos más comprometidos correspondientes a: Preescolar A y B, un salón de primer grado, y la biblioteca. Los niños reciben clases en aulas compartidas.
“En esos módulos los niños veían clase, pero con las lluvias eso quedó inhabilitado. Los niños de preescolar están viendo clases compartidas en un salón múltiple acondicionado para que ellos puedan ver clases”, detalló un representante y acotó que primero, cuarto, quinto y sexto grado están en sus aulas; mientras segundo y tercer grado están en un mismo salón.
Carta al gobernador
Aprovechando la reciente visita del gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, al municipio Capacho Nuevo, la “alcaldesa” de la escuela, una niña de educación primaria, le entregó un oficio donde exponen la situación deplorable de esa institución de educación y solicitan la recuperación de la estructura.
Tienen la esperanza de que toda la infraestructura de la escuela sea rescatada. Además del daño en el techo, la escuela necesita pintura en las paredes interiores y exteriores, y los niños no cuentan con una verdadera cancha para la práctica deportiva y la recreación.
Según personas especializadas en el área de la albañilería y construcción, todo el techo de la institución debe ser eliminado para instalar otro tipo de material, como acerolit, porque el actual presenta muchos daños.