Freddy Omar Durán
En el marco de la semana aniversaria de la Universidad de Los Andes, y al amparo de uno de los emblemas de la economía tachirense como ha sido la sede de Asogata en Pueblo Nuevo, durante el Networking Avícola realizado este fin de semana se presentó una alternativa educativa que ha incluido sembrar desde las primeras fases de formación el espíritu emprendedor en voluntad e intelecto de futuros y productivos ciudadanos venezolanos.
En concordancia con los principios de la filosofía pedagógica de raíz tachirense NARbed, la actividad además de integrar los proyectos de aula desde el preescolar hasta la secundaria para finalmente darlos a conocer en momentos y lugares puntuales de gran proyección social, busca que cada alumno se vea desde ya a sí mismo desarrollando capacidades de gestionar su progreso personal, como individuo productivo con capacidad de brindar grandes aportes a su nación.
Ese mismo espíritu ha animado a eventos similares como la Olimpiada de Nanotecnología, el Spelling Bee, el Fest Space y el Congreso Educatec, mismos que han contado con el apoyo de la Universidad de Los Andes, la Universidad Rufino Blanco Fombona de Bucaramanga, la ULAC de Caracas y la UBA, además de alianzas con el sector privado.
Para el vicerrector del Núcleo Universitario Pedro Rincón Gutiérrez de la ULA, Omar Pérez Díaz, “esto nos siembra esperanza, pues en primer lugar se ve la potencialidad y la creatividad a partir de la fundamentación científica. Aquí nada se improvisa, porque el niño comienza a entender el proceso de la cría del pollo, la comercialización e industrialización de sus productos derivados.
Agregó la autoridad universitaria que “esta es una de las actividades académicas más importantes que se han realizado en los últimos años; pues muestra a la colectividad cómo es posible un desarrollo sostenible desde planteamientos surgidos desde el aula misma”.
Demostrándose que la enseñanza también puede ser asumida con toda la responsabilidad del caso, entre un ambiente festivo y de compartir familiar, que plenó la alegría en el recinto expositivo ganadero, los estudiantes del Colegio Domingo Savio Barrio Sucre y Colegio Domingo Savio Galiate se convirtieron en emprendedores con ganas de vender competitiva y legalmente un producto y su particular aporte al complejo mundo avícola.
Distribuidos en los diferentes grupos de cada salón, y en armonía a cada etapa formativa, cada uno constituyó una empresa asociada a una marca que en cada stand, levantado a partir de la creatividad de estudiantes y docentes a cargo, la cual debía ser atractiva a un potencial mercado, a través de material publicitario, imagen corporativa y una exposición avezada al público del evento, reflejo del conocimiento a profundidad del producto y sus ventajas.
Así unos se dedicaron a los pollitos de engorde, otros a los alimentos para animales de granja, otros a los huevos, otros al enmallado del corral, otros a las incubadoras y así sucesivamente hasta áreas más complejas como comercialización, industrialización y marketing digital. En total fueron 28 emprendimientos, cada uno con un atractivo nombre, una imagen corporativa coherente, material publicitario y una defensa mercadológica de convincente preparación.
La incorporación al eje transversal de materias como veterinaria y marketing, desde diversos ambientes de enseñanza que incluyen instrumental de laboratorio y herramientas tecnológicas con apoyo en las IA, proporcionó la base académica para garantizar el éxito del evento.
—Destaco del Marketing Avícola que desde muy jóvenes se puede adquirir habilidades para emprender, y ratificar que el Táchira es un estado apto para invertir. En su mentalidad empresarial ya saben que para constituir una empresa hay que seguir las reglas, registrarse, estar al día y así ser una firma de confianza, para la sociedad y el país—subrayó Marcos Sánchez Antolinez, docente en el área de Mercadeo.
Perder el miedo escénico en escenarios externos a la institución educativa, valorar las raíces tachirenses desde lo económico, empoderarse a partir de las propias habilidades y virtudes del estudiante, fiel al marco legal del Estado, así como asumir con valentía retos empresariales en un clima de incertidumbre, corresponden a los objetivos de esta nueva manera de plantear el aprendizaje por proyectos.
–Queremos crear la vocación en los niños, para que se acostumbren a lo que es una escuela de negocios, donde ellos sientan que ser empresario también contribuye al desarrollo del estado y del país. A través de la creatividad, el Táchira puede sobresalir como potencia económica ya sea en cualquier rubro que se establezca, y no solo en el avícola– acotó Víctor Hugo Cárdenas, CEO de los colegios Domingo Savio de San Cristóbal y Cárdenas.