Medianálisis gana Premio Nacional de Periodismo IPYS 2025 al integrar la serie “Los Ilusionistas”
29 de junio de 2025
Un insólito accidente de tránsito en la parte alta de la ciudad, truncó la existencia de un hombre que entregó la vida al ciclismo de pista y ruta, amén de la formación de los futuros ases del pedalismo y el patinaje
Homero Duarte Corona
El cielo está de fiesta, un alma buena se integra a su corte, desde el mundo terrenal se hace presente un ser que dejó huella en su corto paso: Miguel Ernesto Chacón Sosa, joven aún, de apenas 41 años, “comenzando a vivir”, le faltaba recorrido, pero así son las cosas: El Dios Creador lo llamó a su diestra.
Un absurdo e insólito accidente de tránsito, terminó con la existencia de un ser que no procreó hijos, pero amante de los niños hasta el tuétano, pues luego de dejar el ciclismo de competencia, con un palmarés bien ganado en el Táchira, Venezuela, América y el mundo, se dedicó a impartir sabiduría en la pista y en la carretera.
Nació para ser ciclista
Vino al mundo un 8 de octubre de 1983, y desde muy niño se inclinó por el deporte de las bicicletas, combinando el estudio con la práctica de una de las disciplinas de mayor exigencia en el planeta tierra.
Debutó arriba de una bicicleta en la Minivuelta a La Fría, de allí pasó a formar parte de la Vuelta de la Juventud, evento descubridor de los futuros ases del ciclismo nacional e internacional y luego fue invitado de siempre en las carreras más importantes de ciclismo de ruta en Venezuela y más allá de las fronteras patrias, en la categoría de mayores.
El Velódromo “J.J. Mora” de Pueblo Nuevo, fundado en 1977 de cara a la celebración de los Mundiales de Ciclismo, inaugurados en el mismo año, terminó hechizando a Miguel Chacón, flechazo que se mantuvo incólume hasta el último suspiro de su existencia.
Supo de la presencia de los mejores ciclistas de pista y ruta del mundo en la capital tachirense durante la cita universal, que le sirvió de acicate para su inspiración, hacer del deporte de las bielas el gran amor su vida, una especie de maná que lo alimentó durante sus 41 años de existencia.
No aró en el mar ni edificó en el viento, poco a poco fue labrando su carrera deportiva, convirtiéndose a la postre rica en resultados, con un palmarés bien importante. El sueño de cualquier niño que nace en suelo tachirense es jugar en el Deportivo Táchira o formar parte del gran pelotón de la Vuelta al Táchira en Bicicleta.
Miguel Ernesto Chacón Sosa, sus nombres y apellidos de pila, se inclinó por lo que en el otrora montaban en “caballitos de acero”; no fue escalador, los más aptos para el terreno de montaña; su mente, su corazón y sus ojos los puso en el terreno plano, combinado la pista en el velódromo de Pueblo Nuevo con las pruebas de ruta.
América y Europa conocieron la calidad de Miguel Chacón
Levantó los brazos en señal de victoria en finales de etapas en la Vuela al Táchira y la Vuelta a Venezuela, amén de otras competencias de corte nacional, la mayoría sobre terreno plano, merced de ser uno de los grandes sprinters del país mientras estuvo activo.
En territorio americano era muy respetado, sus rivales conocían de la capacidad y el potencial del fornido corredor tachirense y por ende venezolano; en la mayoría de carreras presto a pelear podio, en buena parte de ellas cargando con la victoria, colgándose la medalla de oro en su pecho.
El nombre de Miguel Chacón, traspasó las fronteras patrias, logró tutearse y derrotar a rivales de gran nivel en la Vuelta a Colombia, la Vuelta a Cuba e hizo podio en la Clásica Cinturón a Mallorca, en España, que tuvo como epílogo Pollensa y ocupó el mismo lugar a Bidosa, también en territorio ibérico.
Por tres temporadas fue protagonista en carreteras españolas, siempre colocando en alto el nombre de sus equipos de turno y el gentilicio tachirense.
El 2006 fue un año exitoso para Miguel Chacón, obtuvo el subtítulo en Los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Cartagena de Indias, Colombia; ganó etapas en la Vuelta a Venezuela, Vuelta a Portuguesa y otras competencias de carácter nacional e internacional.
Se fue y volvió, nunca colgó la bicicleta
Ya retirado del ciclismo activo, regresó para estar en el pelotón de la categoría master, labor que compartía con sus estudios universitarios, además de entrenador de ciclismo menor, formando la generación de relevo y aunado a ello dirigía el Team Ulloa, de patinaje, con asiento en las instalaciones del Velódromo de Pueblo Nuevo.
La familia Ulloa, con Norberto padre a la cabeza y su homónimo hijo, eran los grandes aliados del malogrado deportista, los alfa y omega, a quien sorprendió la muerte en el momento menos esperado y de una forma que nadie quisiera.
La afición de El Vigía, estado Mérida, tierra que ha dado grandes ciclistas a través de la historia tuvo la dicha de ver y aplaudir a Miguel Chacón en la que fue su última carrera, el pasado1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, justa del pedal en la que tomaron parte corredores en varias categorías.
Como en sus buenos tiempos, Miguel Chacón no solo derrochó clase arriba de su bicicleta, sino que pudo compartir con sus colegas de toda la vida, colocando por delante su camaradería y don de gente.
El Táchira y Venezuela, pierden a un gran exponente del deporte
El lunes 23 de junio, cerca de las 7 y 30 de la noche, cuando se dirigía a su residencia, la vida le hizo una mala pasada; en la avenida Pirineos, bajando hacia el la sede del colegio Los Pirineo don Bosco, la imprudencia de una persona al bajarse de su vehículo, sin percatarse de que se desplazaba Miguel Chacón en su bicicleta, este se vio obligado a esquivar el peligro, con tan mala suerte que un carro lo arrolló de manera aparatosa, sin que volviera a recobrar el conocimiento, entregó la vida al creador el 26 de junio, tres días después del aciago accidente.
En el velódromo, donde impartía sabiduría a los ciclistas de pista e igual al club Norberto Ulloa de patinaje, le dieron el último adiós a Miguel Chacón, última cita a la que también asistieron colegas ciclistas de su época, los que ahora compartían carreras en la categoría Master, familiares, su novia y amigos, todos se unieron como uno solo para llorar la partida de un ser bueno: un absurdo accidente apagó la luz de su existencia. Paz a su alma.
Vehículo colisionó contra un carro y 6 motos en Puente Real
28 de junio de 2025
Omaira Labrador y los protagonistas de su historia
28 de junio de 2025
