Regional

Rubienses en la penumbra del desamparo

5 de marzo de 2022

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A una semana del daño en la subestación San Diego, continúa la inestabilidad en el suministro de energía eléctrica y aumenta la desesperación de los habitantes del municipio Junín


Por: Norma Pérez.
Locales desolados y rostros de preocupación por doquier caracterizan el comercio de Rubio. Llevan muchas horas sin energía eléctrica y ante la falta de la cadena de frío para la mercancía que lo amerita, están en riesgo de perder sus productos. Donde es obligatoria la luz para trabajar, no pueden atender a los clientes. Las cuentas se acumulan y los ingresos escasean.

Los centros educativos debieron modificar sus actividades y registran pérdidas de costosos equipos. En el Hospital “Padre Justo” tratan de resistir con la planta eléctrica para continuar con la atención de los pacientes.
En los hogares, el panorama no es muy diferente. Residentes de los diferentes sectores sufren por las averías de sus electrodomésticos, que no saben cuándo los podrán reponer; por perder los alimentos que tanto les costó adquirir; porque sus hijos no pueden completar las tareas escolares. Porque la rutina se disolvió en una oscuridad obligada.
A una semana del daño en la subestación San Diego, la única con la que cuenta el municipio Junín para prestar el servicio de electricidad, el problema se agrava para los habitantes, quienes están a la espera de una solución.
Voces del pueblo
Las personas alzaron su voz para contar su experiencia, ante la falta del suministro de energía eléctrica. Algunos hicieron manifiesta su molestia, pues consideran que existe una desigualdad en el racionamiento y hay sectores que son más golpeados por los cortes, que se extienden hasta doce horas seguidas, además de las continuas fluctuaciones. En todos reina la desesperación.

María Fuentes de García /Foto: Norma Pérez

María Fuentes de García, propietaria de un local de venta de ropa en el mercado municipal. “Tenemos demasiados problemas, todos somos afectados, tanto el comercio como las zonas residenciales. Pedimos, a quienes les compete, que resuelvan esta situación, porque ya no aguantamos. Es todos los días, no hay una hora fija para los cortes de luz, sino que suceden a cada momento del día y en la noche igual”.
Mayra Orozco /Foto: Norma Pérez

Mayra Orozco, empleada de una panadería. «Hay muchas fallas de luz. Trabajar así no es bueno. Se va y llega a cada momento, se dañan las cosas. Aquí nos las ingeniamos para poder usar el punto de venta un rato. Pero si no funciona la energía eléctrica, no podemos ni vender café, nada”.
Jessica Ascanio /Foto: Norma Pérez

Jessica Ascanio atiende una venta de pollo en el centro de Rubio. “Es bastante complicada la situación por la que atravesamos y nos afecta para trabajar, por la refrigeración de los productos y por la señal del punto. Cuando no hay luz se va la señal y es muy difícil que funcione, no podemos pasar las tarjetas y los clientes no pueden comprar”.
Los equipos sufren daños /Foto: Norma Pérez

“Se dañan los equipos”. La señora encargada de un centro de copiado, donde además prestan servicio de internet de alta velocidad, wifi y alquiler de computadores, manifestó que la falla en el servicio de electricidad está muy fuerte. “En la mañana de hoy ya hubo seis apagones, eso afecta el funcionamiento de los aparatos, los equipos se dañan. Todo se paraliza, no podemos trabajar así. El llamado es a las autoridades, que revisen lo que está pasando y tomen cartas en el asunto, asuman sus responsabilidades, porque dependemos de nuestro trabajo para vivir”.
María Zenaida Cárdenas /Foto: Norma Pérez

María Zenaida Cárdenas, vecina del barrio San Martín. “Estamos muy afectados por el problema de la luz. Hubo un tiempo que la quitaban menos, pero ahora son doce horas seguidas y no podemos con esto. Necesitamos hacer labores en el hogar y no podemos. Hay niños y ancianos en nuestras casas y no podemos atenderlos”.
Francisco Gamboa /Foto: Norma Pérez

Francisco Gamboa, habitante de la urbanización Sur y representante de una institución educativa. “Estamos profundamente afectados con los cortes de electricidad y las fluctuaciones, hemos tenido serias dificultades para desempeñarnos. Las clases se han visto afectadas, por la suspensión de algunas actividades. No podemos utilizar los equipos electrónicos, la comunicación con los representantes es limitada. Incluso suspendimos algunas de las actividades programadas, porque no se pueden utilizar los equipos necesarios”.
“Urge una solución lo más pronto posible, para poder tratar de continuar nuestra vida. Un país se construye en la medida en que los servicios públicos estén aptos para que el sistema productivo venezolano funcione. Hay un retraso en todo, incluso pérdidas, como en nuestro caso, con computadores, monitores, video beam, por la inestabilidad en el flujo de electricidad”.
María Carrero /Foto: Norma Pérez

María Carrero trabaja en una charcutería. “Cuando no contamos con energía eléctrica, el queso se nos daña. No podemos usar la máquina para rebanar. Y debemos tener mucho cuidado, porque han pasado doce horas sin luz y posiblemente se nos puedan dañar los productos refrigerados, y eso es pérdida para nosotros porque nadie responde”.
Esmeralda Escobar /Foto: Norma Pérez

Esmeralda Escobar, propietaria de una peluquería infantil. “Los cortes de luz nos afectan en todos los sentidos. El servicio que prestamos requiere obligatoriamente energía eléctrica. Tenemos una planta, pero no contamos con gasolina. Tampoco podemos pasar el punto de venta. Son seis y siete horas diarias, a veces en la mañana, otras en la tarde. Igual, debemos pagar servicios, alquiler del local, y sin poder trabajar”.
Silvia Chacón /Foto: Norma Pérez

Silvia Chacón: residente de la urbanización La Colonia. “Los cortes eléctricos que se han presentado en los últimos días nos afectan de sobremanera. Primero, porque los niños no pueden culminar sus actividades escolares diarias. Los productos que tenemos almacenados en la nevera sufren daños, así como los electrodomésticos. Algunos de mis vecinos han sufrido percances con sus neveras, televisores, y los pierden, sin esperanza de reponerlos. También los bombillos se queman. Hacemos un llamado a Corpoelec, para que solvente esta situación, ya que somos los más afectados, quienes vivimos en el sector de La Colonia y la urbanización Sur”.
Maritza Cárdenas /Foto: Norma Pérez

Maritza Cárdenas: vecina del sector El Rosal. “Cuando queremos hacer el almuerzo, se va la luz. En la mañana nos levantamos con ganas de hacer el desayuno o calentar cualquier cosa, y no se puede. Qué pasa en este país, seguimos como estamos, porque estamos muy mal”.
El clamor general de un pueblo que sufre por la falta de eficiencia en la prestación de servicios públicos prioritarios. Los rubienses se encuentran en la penumbra del desamparo.
Lea también estas noticias relacionadas con el daño en la subestación San Diego, que impacta el suministro de electricidad en el municipio Junín:
“Suministro de energía eléctrica compete al Gobierno central”
Rubio: el suplicio de una comunidad sin energía eléctrica
 
 

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