La anaplasmosis o rickettsiosis no es una enfermedad nueva. Se detectó en Venezuela en 1994, hace 30 años
Nancy Porras
“En el contexto de la preocupación existente desde hace varios días relacionada con la presencia de pacientes con picadura de garrapatas en algunos centros de salud, no existe ninguna situación de alarma”, aclaró el doctor Javier Alberto Roa, médico infectólogo.
A su criterio, los supuestos casos que llevan incluso a proponer fumigar el Parque Metropolitano están generando ruido en la calle de manera inadecuada.
Explicó que la Sociedad Venezolana de Infectología ha encontrado algunas falencias en esta situación, cuando se habla de aumento de casos de enfermedades transmitidas por garrapatas en el estado Táchira.
En tal sentido precisó que para hablar de un incremento de casos se debe analizar la cantidad que se han presentado en determinado tiempo, y compararlos con los presentados hace un año o dos años anteriores.
“La pandemia covid-19 solapó una serie de enfermedades que incluye ésta. Por lo tanto, no tenemos, incidencia de anaplasmosis o rickettsiosis en el estado Táchira, en Venezuela, ni en el mundo. Hasta ahora es que vuelve a aparecer”, expuso.
Tiene su tiempo la enfermedad
“De paso, no es una enfermedad nueva, aquí en Venezuela se detectó en 1994. La primera vez que se localizó en un perro fue en 1935 y el primer caso humano se diagnosticó en Japón en 1953”, argumentó.
Para hablar de anaplasmosis en el Táchira, tendría que haber en otros municipios, en Junín, Andrés Bello, Ayacucho, Cárdenas, no en los 28 municipios, pero sí en por lo menos la mitad. “Ahí si se estaría hablando de un problema epidemiológico en el estado Táchira, que lo veo muy difícil”, señaló.
En tal sentido expuso que esta enfermedad para poderla diagnosticar en centros asistenciales rurales, CDI, es decir, dependencias del Ministerio de Salud, es imposible; no hay el personal capacitado para el diagnóstico, tampoco los instrumentos diagnósticos, ni materiales para tal fin.
Centros privados
El doctor Roa afirmó que sí existen en el estado Táchira otros especialistas en el sector privado dedicados a esto; sin embargo, se tiene que tener cuidado cuando se dice en el resultado de la prueba, estructuras que no aparecen dentro de la literatura y la reportan como tal.
De posibles casos manejó como ejemplo, este escenario: Si dentro de 14 días, hay 10-15 niños en el Hospital Central con el diagnóstico de anaplasmosis o rickettsiosis, que estuvieron en la Feria Agropecuaria, ahí sí se pudiera pensar en este tipo de enfermedad, porque estuvieron en contacto con el animal, ganado.
Paranoia
“Ahora hay una paranoia y quieren matar las garrapatas, los perros, no quiere ir la gente al Chorro El Indio, porque hay garrapatas”, expresó.
Las bacterias pueden estar en cualquier sitio, en la flora de todo el mundo; sin embargo, tienen un reservorio, que son los animales.
Medidas preventivas
“La mejor forma de prevenir la enfermedad es no tener contacto con animales que puedan portar la garrapata; y si lo tienen siendo animales domésticos, lo mejor es mantener la limpieza, tenerlos bien bañaditos”, propuso.
Se debe evitar visitar zonas de alto riego, como son las fincas, haciendas, potreros, donde haya animales.
Informó que desde que pica la garrapata infectada, el período de incubación es de siete a catorce días, después de los 14 días se presenta la enfermedad, no es que le pique hoy y ya mañana tiene fiebre, dolores articulares.
“El promedio de vida de una garrapata está entre 150 y 560 días, puede igualmente vivir todos esos días sin alimentarse de una gota de sangre, pero una vez que chupa la sangre y está infectada de la bacteria, ahí se tiene enfermedad para rato”, concluyó el médico especialista en infectología.