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Hipertensos: presas fáciles del coronavirus

8 de agosto de 2020

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“Más del 60 % de los pacientes que tienen complicaciones severas y muertes secundarias a covid-19, son pacientes hipertensos, obesos, diabéticos”

Nancy Porras

“Por ironía, una sustancia que favorece al paciente que tiene la hipertensión arterial como enfermedad de base, una vez se conecta con el virus es sumamente peligroso”

Desde el mes de marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud, OMS, declaró al covid-19 como una pandemia, ha habido una transmisibilidad de la enfermedad en más de 18 millones de personas en el mundo, con una mortalidad de 850 mil.

Los países más afectados al día de hoy son Estados Unidos, Brasil, México, Rusia, entre ellos agrupan más del 50 % de los muertos, secundarios al covid-19.

Según el médico internista e hipertensiólogo Jesús López, esta patología tiene una alta transmisibilidad. Se calcula que si una persona sana se expone a un paciente infectado de coronavirus, aproximadamente tiene una posibilidad de adquirirla cercana al 75-80%; pero lo más grave de esto es que cerca del 40 % de los individuos que tienen el virus en su organismo están asintomáticos, lo que significa que en su vida jamás sabrán que tuvieron el virus, al menos que en el ínterin se les haga una prueba que permita la determinación del virus en sangre o mediante pruebas específicas como la PCR.

Estos son los principales transmisores de la enfermedad; el resto tiene una sintomatología que agrupa entre un 40 y 50 % restante, los cuales van a tener síntomas de leves a moderados; solo el 10 % desarrollará síntomas respiratorios severos y muy severos, que ameriten el uso de ventiladores, aproximadamente el 1 % de esta población, de acuerdo con las estadísticas.

Replicación del virus

El virus tiene en su replicación viral un “órgano diana”, es decir, se reproduce en un órgano fundamental para el organismo, como es el endotelio, el endotelio vascular, que es el que tapiza o recubre los vasos sanguíneos, y el pulmón es el que más endotelio tiene.

—La mayoría de las complicaciones por covid-19 son de carácter pulmonar—resaltó.

No obstante, el grupo de investigadores médicos evaluó en primer lugar las características del virus, luego las formas de transmisión, y ya han observado la fisiopatología, es decir, qué es lo que el virus le hace al organismo.

Han evaluado cuáles son las poblaciones de mayor riesgo para tener complicaciones severas del coronavirus, cuya cubierta externa tiene una corona, que son unas espigas con las cuales se desliza sobre el endotelio vascular y al mismo tiempo le permiten anclarse en la célula huésped para poder reproducirse.

Peligrosa corona

El virus por sí solo es incapaz de hacerlo, requiere un huésped para poder reproducirse y, por supuesto, aumentar el número de virus que están en el organismo: en consecuencia, esa espiga que le caracteriza, que le da esa forma de corona, se va a anclar en una sustancia que se encuentra en el endotelio, que se llama la encima convertidora 2, la cual le va permitir entrar dentro de la célula y siembra parte de su fragmento, se va a replicar, luego sale de la célula para infectar otra serie de células.

Conocido este aspecto de reproducción, se ve que existen grupos de riesgo mayor, por ejemplo, los pacientes hipertensos; cuando uno evalúa desde el punto de vista epidemiológico, por ejemplo, el comportamiento en Latinoamérica, en México y Colombia, se observa que más del 60 % de los individuos que tienen complicaciones severas y muertes secundarias al covid-19 son pacientes hipertensos, obesos o diabéticos.

Argumentó que este tipo de paciente tiene mayor riesgo para morir por este virus, porque sencillamente en su enfermedad de base, hipertensión, diabetes, tiene mayor expresión de la encima convertidora 2, como compensación a su patología.

Niños: menor riesgo

Los niños no tienen una patología mayor puesto que no poseen enzima convertidora 2, porque no han desarrollado el proceso fisiopatológico que hace la hipertensión arterial.

El paciente hipertenso tiene una mayor activación de la encima convertidora 2, como elemento compensador de su hipertensión arterial, que es beneficiosa para la patología, pero es terriblemente mala para la replicación del virus, gracias a esa espiga que tiene el coronavirus, pues se une a la encima convertidora 2, entra dentro de la célula y por supuesto siembra en el huésped y se reproduce de una forma importante.

Conflicto del organismo

Desde el punto de vista de lo que va a ocurrir con el virus, cuando el organismo comienza a reconocerlo y se percata que tiene un huésped que hace daño, se activa desde el punto de vista inmunológico, tanto con la respuesta humoral como celular.

El problema está en que el organismo se confunde y no solo ataca al virus, sino a parte de los órganos, particularmente el endotelio, de manera que se produce ese daño en todo el endotelio vascular, pulmonar, con la consecuencia de falla respiratoria secundaria al daño que produce él mismo, es decir, lo que se llama un síndrome de distrés respiratorio.

Además, sostuvo que activa fenómenos de coagulación, pues al afectar el endotelio va a incrementarse el fenómeno de inflamación, habrá un efecto de procoagulación y riesgo de microtrombosis vascular, lo que afectará todo el organismo: el cerebro, pulmón, extremidades, es decir, todo donde haya vasos, hay riesgo de que se presente una trombosis, y esto por supuesto agrava la patología.

El paciente hipertenso está expuesto de manera exagerada, puesto desde el punto de vista de su daño vascular, incrementa su riesgo.

En el paciente diabético ocurre lo mismo, pues converge en su activación este mismo sistema, hay una alteración metabólica importante, de manera que la estrategia terapéutica para los pacientes hipertensos está en mantener el tratamiento para controlar sus registros de presión arterial.

No se escapa el corazón

El coronavirus también afecta al corazón y produce en algunos pacientes cuadros de miocarditis, es decir inflamación del músculo cardíaco, afección vascular, y se está observando en pacientes recuperados que en algunos de ellos existe algún daño que queda secundario a la patología, advirtió Jesús López.

De manera que el paciente hipertenso tiene un riesgo mayor, conociendo la fisiopatología del coronavirus, existe una asociación que es inherente a la hipertensión arterial y que complica la morbimortalidad cardiovascular y la letalidad que el virus tiene en el individuo, dijo.

Recomienda el hipertensiólogo mantener el control de las cifras de presión arterial, seguir haciendo su actividad física en casa, de media hora, disminuir la cantidad de sal, no azúcar, pan, dulce, gaseosas; y tranquilizarse, entendiendo que el confinamiento pudiera complicar el estado psicológico de los hipertensos, pero Dios es generoso y, en consecuencia, hay que tener fe y recomendar a los pacientes hipertensos, diabéticos y obesos, mantenerse en cuarentena, que hoy es la mejor manera, hasta que aparezca la vacuna.

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