Han pasado casi 6 años desde la última vez que Lulú supo de su hija Sandra. La joven de 31 años salió de su casa en Ureña a trabajar en Cúcuta, pero nunca regresó a su casa. Su madre solo anhela verla de nuevo, y hoy ruega por respuestas
Jhoana Suárez
Lulú Barrios es una mujer inquebrantable. Pese a su edad, no se detiene. Está dispuesta a hacer todo lo humanamente posible para encontrar a Sandra, su hija. El 7 de julio de 2018, su hija perdió todo contacto con ella y su vida se detuvo.
Lulú vive en Barcelona, estado Anzoátegui y le contó al equipo de Diario La Nación cómo su vida cambió en el momento en que Sandra desapareció. Explicó que Sandra ya había salido de casa rumbo a Ureña, en Táchira. Allí trabajaba para su hijo y sus padres.
Un mal día, Sandra salió a trabajar y desapareció en el barrio El Escobal en Cúcuta, Colombia. Pese a que Lulú colocó la denuncia en ambos países, no ha obtenido respuesta.
Lulú no pierde la esperanza de volver a ver a Sandra: «Una madre nunca pierde la fe ni la esperanza, sé que un día vamos a ser escuchadas y los entes gubernamentales van a atender y entender nuestro ruego. Queremos a nuestros hijos, queremos una respuesta».
Para Lulú, lo más difícil es vivir a diario en total incertidumbre. Los padres, los abuelos, los hermanos, los tíos que no tienen a un ser querido en casa, son los que viven la tragedia: «Nadie entiende lo que se siente, hasta que lo vive».
Sandra tenía 31 años cuando desapareció. Estando en Barcelona se dedicaba al comercio, pero la situación se le puso cuesta arriba y quiso probar en la frontera, donde supuestamente había un mejor ingreso, pero no fue así. «Sandra terminó desapareciendo».
El último contacto
Lulú recuerda haber hablado con Sandra ese día de julio, y ella se disponía a trabajar y luego a comprar unas cosas que le faltaban para su negocio, y eso fue todo.
«Su hijo tenía 14 años y vivía con ella, allá en Ureña. Cuando ella no volvió a contestar el teléfono y no regresó a su casa, mi nieto nos llamó. Eran las 8 de la noche y no sabíamos nada de Sandra, de una vez supimos que algo había pasado. Ella no salía de su casa así, su vida era su hijo y su trabajo», recordó la acongojada madre.
Hoy día el hijo de Sandra tiene 19 años, al igual que Lulú solo anhela volver a verla. «Todos queremos respuestas, queremos que nos digan qué pasó con nuestros hijos, por favor, alguien tiene que saber», rogó Lulú.
El clamor de Lulú se une al de otras madres que solo quieren saber de sus hijos. Los gobiernos de Colombia y Venezuela siguen ajenos a esta realidad; si bien reciben denuncias, no hay un plan para dar respuesta a estas madres desesperadas.